Semana horrible para el cine español ¿con final feliz?
El viernes pasado acabamos la semana en la APPA publicando una nota de prensa que no era sino un primer análisis de las consecuencias que podía traer a nuestro sector, como industria, la reducción alarmante del fondo de cinematografía en los presupuestos generales del estado. No fuimos los únicos. En todos los medios de comunicación, blogs y redes sociales se han escuchado voces que han defendido la importancia que nuestro cine tiene para España como parte de su Cultura. Porque la tiene.
Viene al caso recordar el artículo de El Mundo publicado el día 2 de octubre sobre si realmente es necesario un Instituto para la Cinematografía (ICAA), que lo único que tiene que hacer es gestionar los fondos para el cine, si no va a haber fondos…
Y lo que es mejor, hemos podido leer innumerables artículos en los que consagrados periodistas, haciendo gala de su talento, han comparado los datos ofrecidos, analizado las diferentes declaraciones de ministros y otros agentes estatales, demostrando nuevamente, que no disponen de argumentos sólidos que defiendan la postura negativa que mantienen con respecto a nuestro sector.
Recordemos el artículo publicado el jueves 3 de octubre en El Confidencial, acerca de la enorme deuda que el estado tiene con la industria del cine. Deuda que si no se paga simplemente dejará en la bancarrota a la mayoría de las productoras de este país.
La industria audiovisual genera muchos puestos de trabajo, “matar” esta industria significa dejar en la calle a muchos profesionales de la producción que no tendrán más salida que trabajar fuera de España. Y es fuera de España donde menos entienden esta situación. El sábado The Guardian se hacía eco de este desatino en uno de sus artículos.
Pero ha sido este pasado martes cuando hemos podido leer un magnífico artículo de Ignacio Escolar en El Diario, desmontando algunos de los principales argumentos que desde hace ya tiempo se vienen utilizando para justificar este sablazo institucional al cine.
Pero lo peor estaba por llegar. El miércoles el ministro Montoro dijo en un programa de radio que “Los problemas del cine tienen que ver también con su calidad”, “y que el IVA y los recortes no son la causa de los problemas del cine“. Toma, sin anestesia. No sólo muchos profesionales de nuestro cine, FAPAE y otras instituciones de la industria salieron al paso de estas declaraciones inmediatamente, sino que sólo hacía falta entrar en cualquier red social como Twitter o Facebook, para ver que la gente en general tampoco podía dar crédito a que un ministro cargara contra el cine de su propio país…
Enseguida el ministro de Cultura Wert, como nos contó La Vanguardia, dijo que a él “le gusta mucho el cine español. Menos mal. Pero claro, eso no podía ser suficiente, sobre todo porque a esas alturas ya estaba más que demostrado que si no se hacía algo con esa deuda al cine, la industria simplemente no sólo no tenía futuro, es que no tenía presente.
Así que como se montó una buena, Montoro reculó. Declaró, como pudimos leer en Blog de Cine Español, que “la industria del cine cobrará lo antes posible los pagos pendientes”.
¿Final feliz? No lo sabemos, pero miedo nos da ver el telediario dentro de un rato.